SUPER POP FEBERO 1978
BONEY M. EXTENUADOS
Boney M. han estado en Londres hace muy pocos días, actuando en la capital inglesa y concretamente en uno de los escenarios más rabiosamente rockeros del mundo: el célebre Hammersmith-Odeon, un teatro bastante viejo y desvencijado, en el que caben bastantes personas y que sigue siendo, al paso de los años, la cuna de la música pop inglesa, en donde actúan no solo los grandes del rock británico, sino todas las grandes bandas del mundo, como en el caso de Boney M.
Boney M. son en Inglaterra uno de los dos grupos no americanos que más furor mueve. El otro es ABBA. Cada disco de ellos es nº 1 poco menos que directo, por ello no es de extrañar que sus dos galas en la capital de las Bretañas estuvieran repletas y con el “agotado” desde días antes.
La expectación estaba asegurada y también el show, puesto que si en TV hemos visto a los Boney bastante “sueltos” y marchosos, es en un concierto y en vivo en donde se ve lo grandes artistas que son, el impecable show que se montan, y lo bueno que es el equipo que se mueve en su entorno, sin que nada falle, sin que nada salga mal.
Cada concierto fueron dos horas de música a toda fuerza, comercial, directa y con la gente bailando en la sala todos los hits del cuarteto. “Belfast”, “Ríos de Babilonia”, “Rasputin”, “Ma Baker”, “Daddy Cool”, “Sunny”, etc. El grupo de acompañamiento estuvo de maravilla.
Pero algo no escapó a los ojos de los expertos. Si en escena el cuarteto estaba como nunca, fuera de ellos se les veía las inevitables sombras del cansancio y agotamiento. Boney M. estaban rotos, al borde del hundimiento físico, extenuados. No serían los primeros artistas que por querer tirar más de la cuenta, el motor de sus posibilidades se viera en la necesidad de hacerlo luego por obligación.
Mirad el caso de Miguel Bosé, o el de otros artistas que se vieron obligados incluso a recurrir a las drogas para poder mantenerse en pie y seguir aparentando vitalidad y fuera.
– Bueno – dijeron -. Nuestras giras son muy apretadas y todo el mundo quiere vernos. Ya sabes lo que pasa. Si tuviéramos únicamente éxito en un solo país, o en dos o tres, pues sería fácil contentarlos a todos. Pero es que nuestro éxito es poco menos que mundial, y nos reclaman en todas partes.
– Sabes lo que es tener fans en España o en Suiza, por ejemplo, y saber que no podemos ir a actuar para ellas? ¡Es lo más terrible del pop! Uno quisiera dividirse. Entonces, cuando planeamos una gira, tratamos de llegar a todas partes, y eso hace que confiemos excesivamente en nuestras fuerzas. Tampoco es que las giras las hagamos nosotros. Los que hacen los planes y planifican son los mánagers y los empresarios. Nosotros somos los “últimos en enterarnos”, aunque a veces queremos ir a un país determinado porque nos apetece. Total, que nos embarcamos en una tournée mundial y entonces pueden pasar muchas cosas… que uno pille un resfriado y no puede recuperarse como es debido guardando cama, que otro sufra un agotamiento, la tensión de un concierto que puede salir mal, un día muy bueno en el que toquemos más de la cuenta y lo acusemos después, los cambios constantes de clima, de horarios… todo eso es terrible.
El público español poco menos que está molesto y no puede perdonar a Boney M. lo huérfanos que estamos de sus visitas. Han tenido dos nº 1 consecutivos en LP´s y singles y “Rasputin” va camino de serlo ya para enero, y sin embargo somos de los países que parecen no contar en los planes de sus mánagers y empresarios. Y no se trata de verles en TV, en un par de temas con play-back, sino en vivo, como cuando actuaron en Benidorm con todo el equipo. Aquel show entusiasmó a media España, y palabra que no tiene nada que ver ya con el que ahora se montan, que es increíble.
– ¿Cómo se os ocurrió dedicarle una canción a “Rasputin”, un personaje histórico tan especial?
– Era un tema tan bueno como otro, nos dijo nuestro productor y autor Frank Farian. Ya sabes que fue un personaje ruso que marcó un cisma en su país a comienzos de siglo y finales del pasado, y que fue asesinado por el príncipe Yussupov en su palacio de Moika. Una historia apasionante a la que pusimos ritmo.
– Actuáis con un ropaje extraordinario, aunque a veces un poco provocativo, teniendo en cuenta vuestros miles de fans que están entre los 10 y los 16 años. ¿Nunca os han tachado de inmorales?
– No, jamás… sería divertido. En el circo los trapecistas llevan menos ropa. Además, nosotros, por las características de nuestro show, precisamos de mucha libertad para movernos, para estar libres. El show es algo muy visual y hay que darlo con la mayor fantasía posible. También hay que tener en cuenta que el cuerpo es algo hermoso, y que estamos en tiempos de liberalización para todos.
Retoques, maquillajes, y Boney M. disimulan su cansancio artificialmente. La farándula debe continuar. Nadie puede ni debe saber que los ídolos están cansados, reventados, al borde del hundimiento.
– Una última pregunta: ¿No hay problemas amorosos entre los cuatro, teniendo en cuenta que sois tres chicas y un chico?
Sonrisas y carcajadas. Algunas miradas divertidas y misteriosas, pero nada revelador. ¿Cuál de las tres bellezas de ébano puede ser el amor del personaje masculino?…
– No, no, nada de eso, dicen. Todo va bien. Somos un equipo de trabajo y cada cual tiene aparte su vida privada. No queremos complicaciones de ese tipo porque suelen significar el fin de los grupos. Y así quedamos.
Revista: Super Pop
Fecha: Febrero 1978